martes, 10 de febrero de 2009

Divagues sobre un concepto (I)

Una de las inquietudes más grandes que he tenido en mi vida y que se ha acrecentado en un tiempo para acá es lo relacionado con el concepto de “libertad”. No recuerdo exactamente el momento justo en que comencé a preocuparme por estos temas, ni tampoco sé qué motivos me encaminaron a andar divagando sobre cosas que a veces siento van más allá de mi propio entendimiento; pero lo que sí sé es que si no comienzo a escribir y a ordenar de alguna manera lo que he estado “añejando” durante tanto tiempo en mi cabeza me voy a quedar en el avión y voy a andar más perdido en el espacio de lo que usualmente ando. Aquí que me viene a la cabeza una tira de Mafalda, en donde ella está en la playa y ve a una niña pequeñita jugando en la playa y se acerca y le dice “¿cómo te llamas?”, a lo que la niñita contesta: “Libertad”; luego Mafalda dice “sos muy pequeñita” y hay un silencio en la caricatura que es interrumpido enérgicamente por Libertad que grita “¿vos también ya sacaste tu estúpida conclusión? todos sacan su estúpida conclusión”. Claro que es más gracioso si se ven los dibujos, pero a lo que voy es que yo al igual que Mafalda me quedé como maquilando ideas de la metáfora visual que hace Quino de una niña pequeñita, la más pequeña de todas, que tiene el curioso nombre de Libertad. Aunque yo todavía no he sacado mi estúpida conclusión, pero en eso ando.

Los académicos de la Lengua Española dicen, en la primera acepción de la palabra, que libertad es: “Facultad natural que tiene el hombre de obrar de una manera o de otra, y de no obrar, por lo que es responsable de sus actos”. Breve pero conciso, aunque hay muchas cosas que sacarle a esto, por ejemplo, la parte que más me saltó al leer por primera vez está definición de diccionario fue lo de “facultad natural” y más por el realce que le da la palabra “natural” a lo de “facultad” porque eso implica que todos los humanos tenemos esa capacidad de ejercer nuestra facultad natural de ser libres, sin embargo esto no implica, en la realidad y en el vivir cotidiano del mundo, que todos podamos ejercer esa capacidad. Porque una cosa es tener una facultad y otra es tener las condiciones necesarias para poder ejercerla. Ahora creo que para entrarle más a esto hay que abordar el concepto de libertad por sus elementos, que podrían ser: la capacidad y la facultad por un lado, y las condiciones necesarias para en realidad ser libres por otro (o dicho de otra manera la parte teórica y la parte práctica); y también este último elemento tal vez podría dividirse, sólo como para ordenar las ideas, en condiciones sociales y condiciones individuales o sicológicas.

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