Uno de esos días

Hoy voy a relatar mi día, porque hoy fue uno de esos días que denomino "salga bajo su propio riesgo"; igual y alguien más ha tendio esa sensación y sabe a lo que me refiero con esa frase, lo cual estaría genial, no el hecho de tener esa sensación, sino por el hecho de sentirme, de alguna manera, "respaldado". Ya sin mas rodeos ps ahi voy

El día me amaneció a las 7:30 am, excelente hora para comenzar una laboriosa jornada, que ameritaba para ser muy productiva: me esperaban labores domésticas, tarea para la escuela, lecturas a montón y mi chambita para la ponencia. Pero mi bonita jornada no contaba con que mi ánimo hubiera, al parecer, salido de mi y tomado un largo paseo vaya a saber alguien hacia donde y porque motivos. Ésto causó que al intentar pararme, una fuerza supraterrenal, igual al peso de toda mi masa en reposo, hicera acción sobre mi para no poder incorporar o tensar músculo alguno, diferente a los indispensables para funciones vitales, causando asi un reacción en cadena que llevó a todo mi sistema a un estado de hibernación total hasta ya entrado el medio día.

Cualquier ser normal despertaría sin un ápice de cansancio después de un lapso de sueño tan largo que podría ser equiparable al de un lirón, sin embargo yo me sentía cual si solo hubiese dormido escasos 10 minutos; esto me ha venido pasando durante la última semana, y aunado a eso he tenido noches muy intranquilas con sueños perturbardores de los cuales recuerdo poco o casi nada, pero que al despertar sólo me queda un fuerte dolor de cabeza y la sensación de desasociego general que me cuesta mucho trabajo contrarrestar para poder darle frente a cada día. Desasociego que hoy tuvo su punto culminante y que logró sin cuestionamiento alguno mantenerme encerrado en mi casa, en pijama y con la firme idea de no ver el sol hasta próximo aviso.

Sin embargo mis planes se vieron cohercionados cuando una buena amiga me solicitó el favor de llevarle a la escuela unos discos que le había prometido hace tiempo y pues con las debidas precausiones salí; mis precausiones constan en general de: llaves de mi casa, transvales para el tren, credencial de estudiante, chamarra para la lluvia, bote de 1 litro de agua, $10 para emergecias, chaleco salvavidas, escudo protector, capa de invisibilidad y cualquier artilugio que le impida al karma alcanzarme en días como hoy y sobre todo un buen disco en lel palyer que sirva como mantra energético para atraer todas las buenas vibras del planeta ,en este caso fue el disco de exitos de David Bowie.

Todo mi trayecto aventurero de ida y vuelta y la entrega de mis compromisos salió sin contratiempos, pero en mi seguía esa sensación de "alerta alerta, peligro inminente" y es que a veces aplica lo que dice la rola de La Barranca: "ve bien por donde vas pisando; cuando el mundo parece reir, mas bien se esta burlando", pero tal vez y sólo por esta ocación no sucedió nada malo, y al final de cuentas ya estando en casa de nuevo, el ánimo comenzó a regresar y terminé varias cosas de mi imaginada jornada laboral: lavé mi ropa, lo cual implica que ya tengo calzones limpios para una semana más y a pesar de las amenzas de lluvia no llovió y todo se secó perfectamente lo cual es muy chido; además logré terminar buena parte de mi chambita para la ponencia que es más que chido; tampoco me cayó ningún rayo y físicamente me encuentro bien; el dolor de cabeza que había tenido toda la semana desapareció 30 minutos después que los 400 mg de Ibuprufeno y 100 mg de Cafeína entrarón en mi organismo vía administración oral y bajo la dosis señalada por el médico... pero sigo teniendo algo de esa funesta sensación y me vuelve a rondar esa canción otra vez... "ve bien donde vas pisando...".¿ La podré librar tan limpiamente en el siguiente día de estos? ... No se.